Las redes sociales y el mundo digital nos exigen una continua búsqueda de elementos creativos para nutrir la identidad visual de los negocios (marca) y también de las personas (marca personal).  Constantemente vemos fotografías, ambientes, objetos en diferentes pantallas que pueden ayudarnos a nutrir nuestra creatividad y a multiplicar la originalidad de nuestros proyectos. 

Sin embargo, nuestras rutinas y una vida cada vez más tecnológica nos aleja de explorar, de coleccionar sensaciones nuevas, de observar despacio y de lo que llamamos experimentar creativamente.

Es un hecho que procrastinar nos ayuda a ser más creativos. Es decir, aplazar tareas, para centrarse en tareas nuevas, ayuda a la mente a viajar y de ese viaje más sensorial, nace una manera más innovadora de pensar. Los workshops de Virginia Abascal te ofrecen el espacio en el que aprender a experimentar y el tiempo para concentrarte en la creatividad.

Esta conexión es fértil y sirve de guía al alumno a hallar su identidad creativa apoyado en materiales, técnicas y un contexto propicio y sin límites. En una sesión entenderás cómo encontrar tu lenguaje creativo, aprovechar los recursos disponibles y adaptarlos a tu marca.