Antes de comenzar el mentoring, no le daba la importancia que tiene la comunicación, me sentía muy estancada y no era capaz de comunicar nada. Totalmente perdida. Tampoco sabía cómo era mi cliente, ni tampoco que esperaban de mi…
Ahora sin embargo, me parece algo FUNDAMENTAL, casi más importante que el propio producto.
Con el mentoring he aprendido a fijarme en cosas que antes pasaba de largo, estaban, pero no me paraba a mirarlas, ni a pensar que son parte imprescindible de mi marca y de mi persona. A parte de verlas e introducirlas, presentarlas de una forma bonita y agradable.
También me ha enseñado a analizar mi cliente, a tenerlo muy presente y a mostrarle cosas de interés de mi marca que antes las daba por enseñadas.